Problemas de la Eyaculación

La eyaculación puede presentar tres grandes alteraciones: ser prematura, ser retrasada o ser insuficiente. En todos los casos un esquema general de compresión es pensar que es como si las reacciones sexuales genitales se anticiparan a las órdenes cerebrales, se retardaran o fueran incompletas. Es decir, estos trastornos parecen ser del orden de un descontrol o falta de integración alma-cuerpo.

La eyaculación precoz abarca los trastornos de la sexualidad masculina en donde se produce una descarga seminal prematura, antes de la penetración, durante el juego preliminar, o apenas éstas se han producido, no habiendo, por otra parte, estimulación manual u oral del pene. Hay que tener en cuenta que la sensación de orgasmo puede estar ausente de esta descarga.

Las causas de este padecimiento, que no hay que confundirlo con sexo breve, puede ser: culpa, falta de valoración de la propia sexualidad, ansiedad excesiva, temor a no ser aceptado por la pareja, deseo inconsciente de castigar a la pareja. Cuando este síntoma se hace crónico es vivido como una torturante pérdida de control, como un obstáculo en la relación de pareja y como una barrera en la obtención del placer.

Resulta de interés clínico el hecho de que la vivencia de descontrol, central en la eyaculación precoz, expresa un punto de fractura típico de las personalidades obsesivas y rígidas, como si por esa vía se rompiera el dique y los contenidos retenidos desbordaran la conciencia de la persona.

La eyaculación retardada plantea el problema inverso que la precoz. El varón no llega a poder eyacular, con las mismas consecuencias de insatisfacción que señalamos en la eyaculación precoz. Aquí la polaridad se muestra en un exceso de control que impide que el paciente se relaje y goce.

Emocionalmente este síntoma puede estar vinculado a egoísmo y mezquindad, aunque parece más prudente pensarlo como una equivalente de privación del goce originado por emociones de agresión, culpa, posesividad, temor al descontrol y retentividad, frecuentes en personalidades manipuladoras, tiránicas, controladoras y obsesivas.

Finalmente, la eyaculación incompleta consiste en el logro de la descarga en tiempos adecuados, sin vivencia de descontrol o de no lograr eyacular, pero con una sensación de cierto displacer por sentirse invalidado por la insatisfacción ante un brote seminal vivido como insuficiente. El paciente cuenta que todo va bien pero que, en el momento preciso de la descarga, no alcanza a lograrla totalmente. En este caso hay que rastrear sentimientos contradictorios en torno de la sexualidad o de la pareja, que se representan en ese momento de descontrol necesario pero el goce pleno. También, puede un conflicto entre el deseo de eyacular y el temor a realizarlo.

Los efectos de los trastornos de la eyaculación en la vida de un varón son bastantes devastadores y casi se equiparan a los de la impotencia total con sus lógicas diferencias. Una vida sexual insatisfactoria, y que genera displacer en la pareja, trae consecuencias en la vida amorosa y vincular, trastornos en la comunicación y la formación de manifestaciones psicosomáticas equivalentes. Esta patología enfrenta a la persona con el control y el descontrol, con la tensión y la relajación, movimientos que, si están alterados, hay que sanarlos primero en el alma.

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Casi un 40% de la población masculina mundial muestra síntomas de eyaculacion precoz, tan solo un 30% de esos hombres toma la desición de afrontar el problema para intentar solucionarlo, de ese 30% un 95% logra superar este problema.

Por: José Tomás León

Fuentes:
http://www.disfunciones-sexuales.com/

http://geosalud.com/sexologia/eyacretardada.htm

http://www.sexoconseil.com/es/sexologia/eyaculacion-retardada/index.html