La castración química es un procedimiento médico en el cual un individuo se somete a inyecciones que impiden la correcta producción de hormonas como la testosterona, inhibiendo los impulsos sexuales hasta en un 90%.
Algunos médicos encuentran que el término "castración" está mal empleado en estos casos, pues en ningún momento se relaciona con un procedimiento quirúrgico en el que se extirpen los testículos para provocar la esterilidad. En regiones del mundo como el África Subsahariana se usa como método de control de natalidad.
La técnica química que implica la inutilización de los testículos es sólo temporal, por lo que el sujeto debe inyectase antiandrógenos cada cuatro o seis meses según especifique el profesional a cargo. El fármaco actúa en el cerebro, específicamente en la glándula hipófisis, inhibiendo la producción hormonal.
Para lograr la total efectividad del procedimiento, es imprescindible que se mantenga por lo menos durante cuatro años seguidos acompañado de tratamiento psicológico.
Por Elías Carvajal
Fuentes:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario