Por otra parte, emociones como angustia, irritabilidad, nerviosismo, mal humor y depresión, son frecuentes junto con un movimiento oscilante e inestable de los afectos.
Pero en lo que importa detenerse aquí es en la sensación de derrumbe melancólico que acontece en muchas mujeres y que se expresa en variados síntomas físico como osteoporosis, hipotiroidismo, anemia, várices, diabetes, etcétera.
La mujer debe reconsiderar su rol en esta etapa y no pensar que su vida está terminando sino, por lo contrario, que se le abre un mundo de posibilidades que puede aprovechar. Si cambia su actitud, seguramente el mundo que la rodea empezará a ser otro y los problemas sexuales que había comenzado a padecer (la líbido puede bajar considerablemente), desaparecerán. El sexo puede ser practicado todo el tiempo que una persona esté viva y disfrutarlo es uno de los mejores alimentos para dar vitalidad al organismo y alegría al alma
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